…ÈTICA PÙBLICA Y TRANSPARENCIA…

image001Para hablar de ética pública y transparencia hay que entender primero que todo la relación intrínseca que existe entre ambas. La palabra ética en un sentido general hace referencia al modo de ser de las personas y cuando esta se aplica y es puesta en práctica en el servicio público, pasaría a denominarse ética pública, también llamada ética para la política y la administración pública. “La ética pública señala principios y valores deseables para ser aplicados en la conducta del hombre que desempeña una función pública”. [1] esta disciplina le brinda al servidor público un inmenso campo de conocimiento  que lo redirige a actuar de una determinada manera en cada situación encaminado siempre a la conveniencia de la colectividad y de esta manera lograr el bien común.

Con la finalidad de que un gobierno sea catalogado como bueno, justo e integro en todas sus dimensiones, debe estar conformado por individuos honestos e íntegros, para que ligados a ese carácter ético que debe acompañar a todo servidor, actúen con responsabilidad y eficiencia en el desarrollo de sus funciones y gestión.  La ética dentro de la administración pública pone siempre de juego un conjunto de valores y principios para ofrecer servicios de calidad a la comunidad.  Cuando la ética se aplica a la función pública  se pone como eje central la idea de servicio y de la misma manera las tareas y actividades que realizan los funcionarios públicos están orientadas única y exclusivamente a preservar el bien de la comunidad.

La ética de la función pública es la ciencia del buen comportamiento en la prestación del servicio, además es un sistema y mecanismo en el control de la arbitrariedad en el uso del poder; por medio de ella se eleva la calidad de la administración evitando la corrupción, eligiendo a los representantes más idóneos para gobernar y para cumplir con dicha función.

En la actualidad, existe una gran crisis de valores que se refleja en el comportamiento de gobernantes, funcionarios, legisladores y jueces, entre otros, y que pone de manifiesto una gran necesidad de promover la ética pública como un modo de detener dichos comportamientos que afectan directamente al buen funcionamiento de la administración pública. Es conveniente recuperar los valores y principios éticos con el fin de superar los conflictos y dilemas a los que servidores públicos de toda índole se enfrentan a diario. Es necesario inculcar valores al servicio público.

transparenciaLa transparencia es uno de los valores éticos que todo servidor público debe aplicar en el ejercicio de su función. La transparencia en el gobierno, además de un valor, es un mecanismo fundamental de exigibilidad pública y de responsabilidad para con la sociedad.

Si bien es cierto que la transparencia es un derecho ciudadano, democrático por excelencia, no es una «condición natural» de las organizaciones gubernamentales. Es algo que se tiene que elaborar, construir, implementar a largo plazo y que debe atender a diversos objetivos en relación a las instituciones estatales: legales, reglamentarios, políticos, organizacionales, educativos y culturales. La transparencia se ha vuelto necesaria para el ejercicio de un buen gobierno -en el cual exista disposición y clasificación adecuada, actualización, calidad, claridad y utilidad de la información- que se encuentra sujeto a la vigilancia y al escrutinio de la sociedad en su conjunto. Para Aguilar Rivera, la transparencia: “es una práctica o un instrumento que utilizan las organizaciones para publicar o volver público cierto tipo de información o bien para abrir al público algunos procesos de toma de decisiones”[2], haciendo énfasis en las acciones del gobierno tendientes a brindar la información que el ciudadano necesita.

La transparencia es uno de los valores específicos de la ética de la función pública actual.  Un gobierno que sea abierto, donde exista más transparencia en la toma de las decisiones , donde haya mayor acceso de la ciudadanía a la información pública y donde exista mayor control y vigilancia, deja ver a primera vista que existe un importante desarrollo en cuanto a la cuestión de la ética dentro de la administración publica.

Las democracias de hoy requieren que todos los asuntos gubernamentales sean transparentes y que todos los funcionarios que hacen parte de sus instituciones actúen siempre con rectitud a la hora de tomar decisiones.  La trasparencia es un valor y comportamiento ético de la democracia que hoy por hoy debe redireccionarse en búsqueda de horizontes más idóneos para evitar así las prácticas corruptas.

Las administraciones públicas deben hacer todo lo posible por acrecentar los valores éticos del servidor público, hay que extender la ética pública a todos los niveles y ámbitos del gobierno, fomentando de esta manera conductas en los funcionarios encaminadas a realizar su trabajo con la mayor voluntad de prestar un servicio con total transparencia y de máxima calidad.

 


[1] Oscar, Diego Bautista, , Ética pública y buen gobierno. Fundamentos, estado de la cuestión y valores para el servicio público, Instituto de Administración Pública del Estado de México(IAPEM) , Toluca, México,2009, p. 32.

[2] Aguilar Rivera, Transparencia y democracia. pág. 11.

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